Edil Rodríguez: “Estamos en época de pandemia y no podemos tener distintas versiones sobre cómo actuar. La Intendencia debe controlar“

Mientras algunos locales nocturnos comienzan a anunciar que reabrirán sus puertas luego de un mes y medio de permanecer cerrados por la pandemia, las autoridades nacionales y departamentales advierten que el funcionamiento dentro de las reglas de la “nueva normalidad” será estrictamente fiscalizado. Y que sigue estando prohibida la apertura de boliches bailables y la realización de espectáculos u otro tipo de eventos que impliquen la aglomeración de personas.

Desde que el 17 de marzo la Intendencia de Montevideo emitió una resolución sobre el “nuevo” funcionamiento de los locales comerciales, 3.000 bares y restaurantes fueron notificados, se hicieron 72 intimaciones por incumplimiento y se colocaron 12 multas de 6 UR ($ 7.560), informó a El País el secretario general de la IMM, Fernando Nopitsch. De todos modos, las sanciones pueden ser de hasta 350 UR ($ 441.000).

También se hicieron seis clausuras, fundamentalmente por la forma en la que se estaban manejando los alimentos.

El cierre de los boliches en la Ciudad Vieja fue la primera medida dispuesta por la Intendencia no bien se conoció el caso de un primer infectado de coronavirus en Montevideo. Esto se hizo incluso tres días antes de que la comuna emitiera su resolución que abarca a bares, restaurantes, casas de comida y mercados.

Según la disposición municipal, las mesas en los bares y restaurantes deben ser para un máximo de cuatro personas y la distancia entre sillas no puede ser menor a un metro.

A su vez, la separación entre mesas no puede ser menor a dos metros. Tampoco se permite acoplar mesas ni el uso de barras, mostradores y similares para la permanencia de público. Los locales deben tener alcohol en gel y los mozos tienen que usar barbijo.

Preocupación del gobierno.

El secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, anunció que el Ministerio de Salud Pública realizará inspecciones a los boliches que comiencen a reabrir, para comprobar que cumplen con las normas de seguridad, higiene y distanciamiento social. De todos modos, según supo El País, la cartera no posee un cuerpo inspectivo como el que sí tiene la IMM para realizar esta tarea.

Las declaraciones del jerarca se dieron después que el boliche “Doña Marta” anunciara su reapertura en la previa al 1° de mayo. El local comercial señaló en una publicidad que se tomará la fiebre antes de ingresar, que el personal usará barbijo y guantes, que habrá alcohol en gel disponible para uso del público y “aire acondicionado con desinfectante”.

También desde la Junta Departamental se expresó preocupación por el regreso a la “nueva normalidad” de los boliches montevideanos.

El edil nacionalista Diego Rodríguez Salomón dijo a El País que “el pasado fin de semana tomamos conocimiento que un boliche de la zona del Cordón abriría sus puertas en medio de la emergencia sanitaria. Si bien se retractaron en un comunicado diciendo que se expresaron de forma incorrecta, creemos que la IMM debe intensificar los controles en la noche, ya que los espectáculos públicos están prohibidos dada la complejidad que estamos pasando en materia de salud por la COVID-19”.

Según el edil de la lista 404, “estamos en época de pandemia y no podemos tener distintas versiones sobre cómo actuar. La Intendencia debe controlar y sancionar a aquellos locales comerciales que no cumplan con las disposiciones vigentes. Necesitamos que todos tomemos consciencia y hagamos caso a las recomendaciones para evitar males mayores”.

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Intendencia de Montevideo. Foto: Nicolás Pereyra

Con menos gente.

El restorán Jacinto en la Ciudad Vieja, a metros de Plaza Zabala, reabrió sus mesas la semana pasada desde las 10 de la mañana y hasta las 16 horas con un equipo reducido. El local había cerrado el 18 de marzo, unos días después de que se conocieron los primeros casos de COVID-19 en el país, y a inicios de abril había reabierto solo como delivery y luego con comidas para llevar.

Su dueña, la mediática chef Lucía Soria conocida por su pasaje por el programa televisivo MasterChef, dijo a El País que para ellos es “esencial trabajar” y que decidió abrir el local primero por un tema de “responsabilidades de pagos, alquileres y proveedores”, a lo que se suma intentar reincorporar a parte del personal en seguro de paro. “Muchos no pueden solventar su vida con el seguro”, indicó Soria.

“Todos los empleados usan tapabocas y guantes cuando es necesario. En el restorán la capacidad fue reducida al 30% para poder mantener las distancias entre las mesas”, anotó.

En estos primeros días en Jacinto tienen un promedio de ocho a 12 comensales diarios (quienes en general vienen solos o en grupos muy chicos) y trabajan con un equipo de cuatro empleados, cuando lo habitual es 23. El resto está en el seguro de paro.

Otro caso es el de la pizzería Trouville, que nunca cerró sus locales, como los de 21 de Setiembre en Punta Carretas y Gabriel Pereira en Pocitos. El encargado de este segundo local dijo a El País que tienen apenas “cuatro o cinco” mesas por día y se manejan más que nada con delivery. Además, mantienen una distancia mínima de dos metros entre cada mesa.

Pueden abrir solo hasta las 3 de la mañana

La ordenanza municipal limita hasta las 3 de la mañana el horario de funcionamiento de bares y restaurantes. Los locales habilitados para espectáculos públicos (que no están autorizados), pueden funcionar exclusivamente en el giro bar, café, restaurante o casa de comida.

Los comercios también deben contar con agua corriente en todos sus artefactos, toallas de papel, jabón líquido dispuesto en sistemas de dispensación y alcohol con difusor o en gel.

La Intendencia de Montevideo informó que si la población advierte irregularidades, las puede denunciar por el teléfono 2901 00 06.

Permisos suspendidos hasta que el gobierno nacional lo determine

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Según el decreto presidencial N° 93/2020, promulgado el 13 de marzo, están suspendidos todos los espectáculos públicos hasta que el Poder Ejecutivo determine que pueden volver a realizarse.

La norma, por la cual se declaró el “estado de emergencia nacional sanitaria” como consecuencia de la pandemia, señala que las autoridades nacionales, departamentales y municipales competentes deben evaluar la suspensión de aquellos eventos que impliquen la aglomeración de personas, medida que se ha venido acatando en un altísimo porcentaje.

“El Poder Ejecutivo en el ejercicio de sus potestades constitucionales, legales y reglamentarias podrá disponer el cierre de todos aquellos lugares de acceso público que se determinen, así como imponer todo otro tipo de medidas necesarias en materia de higiene sanitaria para evitar aglomeraciones en dichos espacios”, agrega el decreto presidencial.

Fuente: El País