Senador Luis Lacalle Pou: «No soy ni lo bueno ni lo malo de Macri; somos otro país»

El senador del Partido Nacional y candidato favorito de la oposición lanzó su candidatura para las elecciones de 2019 en Uruguay

Se tiene confianza, pero no descuida detalles del plan que tiene para ser el futuro presidente del Uruguay , con una coalición amplia de partidos que tengan acordada una ley de centenares de reformas para votar en el corto plazo. Luis Lacalle Pou, senador del Partido Nacional y el candidato favorito de la oposición, hizo ayer el lanzamiento de campaña con un acto en el balneario La Paloma. Antes, habló con LA NACION sobre sus planes.

-¿Cómo puede la oposición ganar una elección al partido que gobierna desde hace 15 años y que siempre tuvo crecimiento económico?

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«Por ideología, conveniencia e irregularidades, Uruguay abrazó a Venezuela»

-El crecimiento hay que evaluarlo desde el punto de vista del desarrollo humano, lo individual, lo social, y al país en el concierto internacional. En lo individual vemos que se ha retrocedido en oportunidades educativas, por afectar la capacidad de acceso e igualdad de oportunidades. En segundo lugar, lo habitacional, porque después del crecimiento histórico hay más de 165.000 uruguayos que viven en condiciones indignas y ha crecido la cantidad de asentamientos. Los planes de vivienda para gente de menores recursos han brillado por su ausencia. Además, la seguridad es el principal problema, porque la gente tiene temor.

-¿Por qué dice que el país no avanzó?

-Uruguay se autoimpuso un freno para hacer acuerdos. Por ideología, por conveniencia económica e irregularidades de algunos cercanos al poder, se termina abrazando a Venezuela. Y así fue por afinidades ideológicas con los Kirchner y con Lula, enemistado parcialmente con Paraguay, dejando pasar el tren con Estados Unidos (cuando Bush ofreció a Uruguay hacer un TLC). El crecimiento, si se mira en números, no se puede discutir, pero cuando lo llevamos a la persona, ¿dónde está?

-El Frente Amplio advierte al votante sobre los riesgos de votar por «un cambio» y pone como ejemplo algunos resultados económicos de la Argentina o medidas de Brasil. ¿Ve un problema en eso?

-Es bastante mediocre eso de «nos tenemos que quedar, porque si no, mirá los que vienen». El caso es que el Frente fracasó, se agotó, y todos sus candidatos participaron de una forma u otra en el gobierno y son responsables de estos 15 años. No solo hay que hablar de cambio, hay que hablar de alternancia. La demostración más cabal de la libertad en democracia es la alternancia en el poder.

-¿No le preocupa la campaña de comparación? El Frente advierte que se puede caer en una inflación de 40%, más pobreza…

-Es otro argumento mediocre eso de apelar al otro lado del charco para rebatir los argumentos de este lado. Ya me quisieron comparar con Macri, y mi pregunta es: ¿el Frente Amplio es Kirchner? Si yo soy Macri, ¿ellos son Kirchner? Yo creo que ellos no son eso, y yo no soy ni lo bueno ni lo malo de Macri; somos otro país y en otras circunstancias.

-¿Cómo piensa hacer esa coalición de gobierno?

-El próximo gobierno es un gobierno de compromiso con el país. Quizá no haya afinidades muy profundas en los partidos que vayan a acordar, pero nos une el compromiso con el país, basado en el sentido común. Los partidos que pueden integrarse son de gente seria, que quiere modificar las cosas.

-¿Qué hay sobre la demanda de la gente de combatir con mano dura al delito?

-Hace falta más presencia policial: tratar de que las leyes sean flexibles y de cumplimiento rígido, y no leyes rígidas de cumplimiento flexible. La represión al delito va de la mano de la inclusión social.

-¿Piensa desmantelar los planes sociales que promovió el Frente Amplio?

-Las transferencias económicas no han generado desarrollo humano, sino dependencia, paternalismo, y han matado la voluntad de esfuerzo. Dicen que vamos a terminar con las políticas sociales porque eso es el cuco, compraron jaulas de cuco en la feria y lo están usando. Pero eso es negar la historia de la nación, porque el estado social es más viejo que el agujero del mate. Con lo que hay que terminar es con el Estado despilfarrador de estos años, de varios millones.

-¿Qué espera de los socios del Mercosur?

-Macri y Bolsonaro se reunieron y hablaron de flexibilidad, lo que es una oportunidad para Uruguay. Precisamos poder negociar sin vulnerar la pertenencia al bloque. Y de alguna manera tenemos que coordinar la política económica, no para una moneda única, pero al menos con contacto entre bancos centrales y cancillerías.

-Uruguay y la Argentina votan el mismo día. ¿Para Uruguay ve conveniente que siga Macri o que vuelva el peronismo?

-Que haya un gobierno democrático. No me puedo meter, tengo mis preferencias, pero con el que sea presidente de la Argentina me tengo que llevar bien. Lo que sí imagino es un presidente uruguayo que se tome un avión cada dos meses para ir a la Argentina, Brasil y Paraguay.

Por: Nelson Fernández

Fuente: La Nación (Argentina)