Diputado Lema: El Hospital de Bella Unión tenía medicamentos vencidos en stock

En la farmacia del Hospital de Bella Unión, en Artigas, hubo medicamentos vencidos, según constató la propia Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) en una auditoría realizada en 2015 y entregada recientemente al diputado del Partido Nacional Martín Lema.

Si bien la comisión investigadora parlamentaria que indagó sobre las denuncias en la salud pública ya terminó sus actuaciones, la oposición sigue recibiendo auditorías y resultados de investigaciones administrativas.

Según la auditoría a la que accedió El País, «en la revisión realizada se encontraron medicamentos vencidos almacenados junto al stock general». El episodio despertó la preocupación de los blancos que ya definieron agregar el caso en el informe final de la investigadora que presentarán la semana próxima en la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados.

La química farmacéutica, Adriana Ferreira, manifestó al ser consultada por los auditores que «cuando se realizó el inventario, no se revisaron los vencimientos de los medicamentos». Según consta en la auditoría, «el control del vencimiento de medicamentos debe cumplir el cronograma mensual y formar parte de un proceso continuo e independiente del inventario anual».

Lema dijo a El País que «a pesar de que venimos reclamando auditorías internas de ASSE desde diciembre de 2016, hace muy poco tiempo entregaron a la comisión investigadora los resultados». Los mismos «nuevamente muestran la falta de controles por parte de ASSE y del Ministerio de Salud Pública (MSP)».

Para el legislador, la «auditoría comprueba que en el Hospital de Bella Unión no solo hubo irregularidades vinculadas a la contratación de la empresa de jerarcas, sino que también hubo otras irregularidades. La falta de control sobre las farmacias afecta la asistencia que reciben los usuarios», apuntó. Además, consideró que «no es la primera vez que nos encontramos con problemas e irregularidades en farmacias de ASSE, ya que hemos visto situaciones similares en los hospitales de Salto, Mercedes y el Saint Bois».

Otras faltas.
Pero en la farmacia no solo había remedios vencidos. Tampoco se contaba con un inventario actualizado, y había diferencias entre el «stock real» y el «stock registrado en Winfarma» (un software de gestión farmacéutica): «Al momento de esta auditoría no se pudo justificar el origen de las diferencias», señala el informe. Además, «los psicofármacos y estupefacientes (medicamentos controlados) se encuentran almacenados en armarios de madera sin llave y en las estanterías, lo que incumple la reglamentación vigente para psicofármacos».

Para Lema «el MSP no asume que es el rector en materia de salud y que la falta de controles perjudica directamente a los usuarios».

Sobre el final, la auditoría realiza una serie de recomendaciones, entre ellas: conformar una comisión de Farmacia y Terapéutica de forma inmediata, capacitar al personal, elaborar manuales escritos sobre la gestión de los remedios, corregir el funcionamiento de las heladeras, establecer un stock fijo en el despacho externo e interno de fármacos y controlar el mismo a través de «recuentos parciales». Por último, ASSE exhorta a «controlar los vencimientos» a través de procesos de control y registro de los vencimientos.

ASSE habilita farmacias no inscriptas en el MSP
De un total de 87 farmacias que tienen los centros y hospitales de ASSE en todo el país, ninguna tiene la habilitación del MSP para poder funcionar. Pero la situación cambiará en los próximos meses cuando se concedan todos los permisos, una cuestión que si bien es estrictamente burocrática, garantiza la calidad de la atención que reciben los usuarios de la salud pública. En junio, la directora de ASSE, Marlene Sica, informó a El País que «se están concediendo los permisos de funcionamiento para la totalidad de las farmacias de ASSE» que aún no cuentan con las habilitaciones. El propio ministro de Salud, Jorge Basso, dijo en la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, en agosto de 2017, que ninguna farmacia contaba con los permisos del MSP y apenas el 18% había comenzado los trámites para obtenerlos.

Fuente: El País