Senador Delgado alerta sobre comisionistas que cobran por prestar tarjeta o retirar dinero.

Las cámaras empresariales promueven un referéndum para modificar la ley financiera y el senador nacionalista Luis Lacalle Pou anunció que apoyará la iniciativa.

Consultado sobre esto asunto, el senador Álvaro Delgado, integrante del sector Todos que lidera Lacalle Pou, dijo al programa La Mañana de radio El Espectador que el proyecto de inclusión financiera que promueve el gobierno «tiene mucho más de laboratorio que de realidad».

«Si uno recorre el Uruguay, si recorre los barrios de Montevideo, se da cuenta que el gobierno le va a exigir a la gente incluirse financieramente o bancarizarse y no le da las condiciones de igualdad de oportunidad para hacerlo. Cada vez hay menos cajeros, están topeados en la plata que se puede extraer, muchas veces no hay plata. El otro día recorría Varela, epicentro arrocero del Uruguay, y hacia seis días que no había plata en los cajeros del Banco República», contó.

En ese sentido, Delgado dijo que «la desigualdad de oportunidades» ya se percibe en localidades del interior, dando origen a la figura de los «comisionistas».

Como ejemplo, el senador dijo que en Cardal (Florida) no hay cajeros habilitados por el BPS por lo que los jubilados optan por pagarle a un tercero para que vaya hasta San Ramón y con su tarjeta y su PIN retire el dinero de su jubilación. Dijo que esta actividad es común en algunos choferes de empresas de ómnibus.

También, dijo que en algunas estaciones de servicio hay personas que acompañan a los pisteros durante la noche para prestar su tarjeta de crédito o débito a los clientes que quieren cargar nafta pero no tienen un plástico para hacerlo. Estos también cobran una comisión a cambio del préstamo.

«La gente es tan creativa y esto demuestra la falta de igualdad de oportunidades en este tema», expresó el senador.

Por otra parte, contó que en Lavalleja algunos centros comerciales, que están obligados a usar tarjetas de débito o crédito exclusivamente, optan por regalar al cliente el litro de leche que viene a comprar ya que de ese modo «pierden menos plata» que con los aranceles que se cobran por la compra con el plástico.

«Los pequeños comerciantes de todo el país se están quejando por el costo de los aranceles (…) y muchas veces los aranceles que le ponen al uso de a las tarjetas de créditos o débito se trasladan a la gente a un precio que es mayor al que podría conseguir en una gran superficie. Además, la acreditación de la operación en materia económica, la plata de la venta, a veces demora 24, 36 horas o en algunos casos una semana y no todo el mundo tiene espalda financiera», expresó.

Fuente: El Observador